La invasión que sufrieron las ciudades
cuando los coches se pusieron al alcance de todos los bolsillos tuvo su punto
máximo en nuestro país en la década de 1970, coincidiendo con la etapa de
crecimiento económico conocida como Desarrollismo. Muchos madrileños aún
recuerdan los famosos ‘scalextric’: un nudo de carreteras que convertía paseos
urbanos y plazas en mecanos para que circularan la mayor cantidad de
automóviles. Unas figuras que afeaban la estética de la ciudad, pero, sobre
todo, que saturaban de ruido y contaminación el aire que respiramos.
(Más fotografías del resto de pasos subterráneos al final de la entrada)
Texto: Jaime Matamoros
Imágenes: Andrés Piñeiro
Hoy en día, nadie echa de menos que estas
aparatosas estructuras viarias se desmontaran y desaparecieran del paisaje
urbano. La mayor parte de las ciudades del mundo, a día de hoy, regulan y
limitan el acceso de tráfico rodado al centro urbano.
Los pasos subterráneos para peatones son
otro elemento anacrónico de aquellos años. La mayor parte de éstos también han
ido desapareciendo y han sido sustituidos por pasos de cebra en superficie. Sin
embargo, todavía existen pasos subterráneos para peatones en lugares como la
travesía urbana de la A5 a su paso por los barrios de Campamento, Lucero o
Batán hasta Cuatro Vientos. El vecindario hace décadas que reclama soluciones,
sin que hasta el momento hayan sido atendidas debidamente.
Breve historia
En una artículo publicado en el diario
“ABC” en abril de 2001 se anunciaba: “El Ayuntamiento anuncia el cierre de
cinco pasos subterráneos para peatones”. Los cinco pasos bajo tierra cuyo
cierre se anunciaba en la noticia estaban en el centro urbano de la ciudad: “el de las calles Menéndez Pelayo-O,Donnell; el de
Serrano-María de Molina; el del paseo de la Castellana-Génova-Goya; el de
Velázquez-Alcalá; y el de paseo de la Castellana-Hermanos Pinzón-Azca”.
El propio Ayuntamiento de Madrid aseguraba
en aquellas fechas que son “construcciones que responden a
la filosofía de otra época, cuando se enterraba a los viandantes y se daba
prioridad a los automóviles, y se han demostrado ineficaces por su
inseguridad”. Es decir, hace veinte años que la administración municipal era
consciente de la necesidad de sustituir los túneles para peatones por otras
alternativas más razonables por, principalmente, motivos de seguridad. Las
denuncias por asaltos con violencia, robos, peleas o violaciones en este tipo
de infraestructuras urbanas eran comunes.
Al final del artículo, se indica que en
Madrid existían “41 pasos subterráneos” y quedaban en esas fechas todavía 37,
que fueron paulatinamente desapareciendo de la organización viaria de la
ciudad. Aunque no en todos los casos, porque todavía los situados en los
barrios más periféricos, los situados en la carretera de Extremadura, que son
el motivo de este escrito, todavía se mantienen.
La periodista de ABC Sara Medialdea
enumeraba entre los que aún no se habían transformado los de “Paseo de
Extremadura en sus confluencias con: avenida de Portugal, Dante, Villavieja,
Villavaliente, Villamanín, San Juan de la Mata, San León, San Manuel, carretera
de Boadilla, Illescas, Padre Piquer, avenida de los Poblados, Ceferino Ávila,
Darío Gazapo, Aytona, Frente a Parque Europa, cuartel Capitan Mayoral, avenida
de la Aviación y Estación”.
De todos estos, sólo han desaparecido los
de Avenida de Portugal después de las obras de ampliación de los túneles de la
M-30 y la peatonalización parcial de la zona que va junto a la tapia de Casa de
Campo en la zona del recinto Ferial.
Un proceso lento
Sin embargo, a pesar de que los
representantes públicos, los técnicos del Ayuntamiento y el consenso ciudadano
tuviese claro la necesidad de suprimir los pasos subterráneos, el proceso está
resultando tan lento, que en estos barrios junto a la carretera aún no ha llegado.
Lo que indica las fuertes resistencias del sector automovilístico, que no
estaba dispuesto a perder su posición de dominio sobre el espacio público.
Por la hemeroteca, advertimos que en
noviembre de 2009, casi una década más tarde de las primeras actuaciones,
todavía se siguen cerrando pasos subterráneos de la almendra central. Algunos
tan emblemáticos como los de acceso al parque del Retiro desde la calle Lagasca
o el de Banco de España, hoy reconvertido en vestíbulo de la estación de metro.
“20minutos” titulaba: “Madrid cierra varios
pasos peatonales bajo tierra por sucios e inseguros”. De nuevo, se remarca la
inseguridad para los viandantes que suponen estos lugares bajo tierra. Y la
descripción del periodista Mario Toledo no deja lugar a dudas de qué tipo de
infraestructura urbana se trata: “Las paredes están llenas de grafitis, el
suelo tiene una capa de polvo y orines, la pobre iluminación ahuyenta al peatón
y en invierno sirven de hogar a los indigentes”. De hecho, el por aquel entonces
edil de Vías Públicas J. Manuel Rodríguez declaraba al diario: “Mientras sigan
abiertos, deben estar vigilados, con limpieza
diaria y luz adecuada".
El mismo periódico dedicó un breve
catálogo de los muchos de estos elementos que todavía estaban activos y las
carencias de este tipo de acceso. Solamente leyendo los titulares, entendemos
los problemas derivados de su existencia: “Banco de España, refugio de
indigentes en la oscuridad”; “Retiro: venta de droga a la vista de todos”;
“Begoña, bajo Castellana: muy transitado y lugar de grafitis”; “Colón, bajo
Recoletos: el más conflictivo, recién tapiado”; “Estación del Pozo: salvar la
brecha de las vías del tren”; “Vía de la Gasolina: de nido de yonkis a paseo
familiar”.
Todos estos problemas de estos túneles son
comunes a todos los pasos subterráneos en cualquier ciudad del mundo. Por lo
que las supresión de los del Paseo de Extremadura deben ser abordados como una
tarea inmediata para mejorar la vida del vecindario.
Reciclaje urbano:
oportunidad para “hacer barrio”
El cierre de estos túneles para peatones,
además de la mejora de la calidad de vida de los barrios afectados, supone una
oportunidad para destinar ese espacio liberado a otros usos. Los pasos
subterráneos surgieron por las necesidades de atravesar de manera segura vías
de tren o autovías que seccionaban territorios, como en el caso del Paseo de
Extremadura.
Su mantenimiento genera heridas abiertas
en los barrios: el “efecto barrera” condena a barriadas vecinas a permanecer
casi de espaldas unas de otras, la accesibilidad no es siempre universal,
afecta al pequeño comercio cuyas ventas disminuyen y están condenados al
cierre, además de los problemas de salud derivados del intenso tráfico, del
ruido y la contaminación, entre otros problemas importantes.
La oportunidad que la transformación de
estos espacios puede suponer ganar espacio público para los barrios. Un espacio
público cuyo uso debería pensarse en comunicación y debate con asociaciones
vecinales y otros agentes sociales activos en barrios con carencias
dotacionales importantes. Una forma de crear conjuntamente ciudad:
administraciones y tejido vecinal.
Aspecto del túnel cercano a la Plaza Cartaya, ya en los barrios de Campamento y Aluche, de similares característicos a los demás. |
Un ejemplo de reciclaje fue la de uno de
los pasos subterráneos de la plaza de Colón, de nuevo un ejemplo céntrico, en
Oficina de Turismo desde el año 2007. Un proyecto del arquitecto portugués
Álvaro Siza dentro de su proyecto “Trajineros”. El entonces alcalde de Madrid,
Alberto Ruiz-Gallardón, aseguraba en la inauguración que con esta actuación se
corrigen los errores del pasado "cuando se desterró a los peatones bajo
tierra a favor del automóvil, justo lo contrario de lo que nosotros estamos
haciendo".
Aunque las actuaciones, como comprobamos
con tristeza, no llegaron hasta la periferia suroeste madrileña. Como si el
vecindario de estos barrios fuesen ciudadanos de segunda. Los pasos
subterráneos de la A5 siguen activos y sin probar alternativas como la
reducción de la velocidad de tráfico, semáforos y pasos de cebra.
Los derechos del peatón
En
el blog especializado en movilidad urbana EcoMovilidad se enumeran (“Ocho
situaciones que demuestran que Madrid no es ciudad para peatones”) algunas de
los obstáculos más comunes para el viandante: pasos de cebra no señalizados con
pintura, aceras tan estrechas que resultan impracticables y ridículas,
semáforos que apenas dan tiempo a cruzar la calle, largos rodeos para atravesar
una carretera o una calle, la acera como repositorio para todo (desde terrazas
de bares a todo tipo de paneles y mobiliario urbano), coches aparcados sobre
aceras, aparcamientos improvisados de motocicletas y patinetes, falta de
señalización peatonal. Llamativamente: faltan los pasos subterráneos, que han
desaparecido de casi toda la ciudad, salvo determinados “puntos negros” de la
periferia.
El nombre de “peatón” surge precisamente
en el siglo XX, cuando los vehículos a motor, sobre todo el automóvil, se
convierten en un objeto de consumo para las masas y en uno de los principales
vehículos de transporte. En ese momento, el “peatón” aparece como contrafigura,
casi una figura sospechosa y molesta, en los manuales de tráfico y las normas
que regulan la circulación en las ciudades. Lo cierto es que peatones o
viandantes somos todos a lo largo de todos y cada uno de nuestros días, aunque
las autoridades hayan tendido a ignorar los derechos de esta figura.
Por último, aunque tan desconocida como
otros asuntos de seguridad vial, también cabe recordar la existencia de una
“Carta de los Derechos europeos del Peatón”, resolución aprobada el 12 de
Octubre de 1988 por el Parlamento Europeo. En su punto 5, dice: “El peatón
tiene derecho a que ciertas zonas urbanas sean para su uso exclusivo, lo más
extensas posible, y que no sean simples recintos peatonales sino que estén en
relación con la organización general de la ciudad, y también el derecho a que
conecten itinerarios cortos, lógicos y seguros”.
Lo deseable es que las autoridades
competentes tomen nota y aporten soluciones creíbles; o de lo contrario, que el
vecindario sepa reivindicar adecuadamente sus derechos.
Panorama de los pasos subterráneos bajo la A5 hasta la M40. |
(Más fotografías del resto de pasos subterráneos al final de la entrada)
Texto: Jaime Matamoros
Imágenes: Andrés Piñeiro
Enlaces:
>> El Ayuntamiento
anuncia el cierre de cinco pasos subterráneos para peatones https://www.abc.es/espana/madrid/abci-ayuntamiento-anuncia-para-este-clausura-cinco-pasos-subterraneos-para-peatones-200104020300-21812_noticia.html (ABC, Abril 2001)
>> Madrid cierra varios
pasos peatonales bajo tierra por sucios e inseguros https://www.20minutos.es/noticia/569176/0/pasos/peatonales/extincion/ (20minutos, Noviembre 2009)
>> Un paso subterráneo
para peatones se convierte en una Oficina de Turismo en Colón https://www.hosteltur.com/42117_paso-subterraneo-peatones-madrid-se-convierte-centro-informacion-turistica.html (Portal de información turística Hosteltur, Mayo
2007)
>> Ocho situaciones que
demuestran que Madrid no es ciudad para peatones https://ecomovilidad.net/madrid/situaciones-que-demuestran-que-madrid-no-es-ciudad-para-peatones (EcoMovilidad, Enero 2015)
>> Carta Derechos del
Peatón: http://peatones-andando.blogspot.com/p/carta-de-los-derechos-del-peaton.html
Paso subterráneo a la altura de los cuarteles, refugio para ciudadanos sin techo. |
Paso subterráneo a la altura de la calle Allande |
Paso subterráneo a la altura de la calle Faustino Cordón Bonet. |
Paso subterráneo a la altura de cuarteles. |
Pasos subterráneos a la altura de la Avenidad de la Aviación. |
Paso subterráneo a la altura de la estación de metro de Cuatro Vientos. |
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